Tal como me dijo el padre de Silvia, esa tarde vinoa buscarme para que fuera ver a Silvia. Daba mucha penita verla, llena de moratones en la cara y con oxígeno puesto. Me dió una impresión tan fuerte que le dije a su padre que no podía verla, que me iba a echar a llorar y que sería peor para ella. Pero finalmente, él consiguió convencerme para que entrara porque decía que estaba seguro que la haría mucha ilusión y que eso la daría fuerzas. Así que eso hice.
Roberto: Neta, hasta con moratones estas guapísima. -dije medio llorando.
Silvia: Y tú tienes la suerte de que te salvas de todo -dijo ella con una sonrisa muy bonita.
Roberto: Si es que no puedes ser tan valiente que sino pasa lo que pasa, te has jugado tu vida.
Padre de Silvia: perdon por la interrupción, a mi hija la conocían y sabían que era mi hija, por eso la dieron la paliza, son unos delicuentes que hace años les detuve y me juraron que se vengarian y que haría daño a mi familia.
Silvia: Sí, así es, y no te hicieron nada, porque sabía que eras mi novio y estabas borracho entero, no les podías causar ningún problema.
Padre de Silvia: ¿Ahm sois novios?
En ese momento me quedé pálido entero y no sabía que decir porque no sabía porque dijo eso, seguramente lo diría por algo de anoche pero no recuerdo nada. Finalmente ella me cogió del brazo y dijo, "Sí, nos queremos mucho ¿verdad?"
Finalmente yo dije con timidez "Sí, sí..., es verdad..."
martes, agosto 01, 2006
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1 comentario:
Estimado Roberto:
Es usted un buen hombre.
Saludos post-vacacionales.
El Zórpilo.
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